La transcendencia de las soft skills.
La formación reglada ha sido y sigue siendo el primer factor que se tiene en cuenta a la hora de acceder a un puesto de trabajo. A pesar de esto las áreas de recursos humanos en las empresas vienen prestando mucha atención a otras habilidades que no dependen de una titulación académica. La iniciativa, el trabajo en equipo y la autonomía, entre otras, son algunas de las cualidades que se valoran en los nuevos procesos selectivos.
Estas competencias también llamadas "soft skills" se pueden poner en práctica en diferentes entornos profesionales y su puesta en valor viene motivada por el incremento de entornos laborales disruptivos a los que nos enfrentamos desde hace unos años y cuyo máximo se ha alcanzado con la pandemia por la Covid-19.
En consecuencia estas competencias, que podríamos también llamar sociales y que permiten a las personas integrarse con éxito en un entorno laboras, son una parte fundamental de un perfil profesional y permiten diferenciar a personas candidatas con la misma formación y experiencia.
Un mercado laboral cambiante.
Hay dos aspectos importantes que valorar en el nuevo mercado laboral. Por un lado los entornos profesionales están cada vez más automatizados y por otro, las empresas se encuentran en la necesidad de reinventarse para no quedarse obsoletas.
En ambos casos los conocimientos acumulados quedan anticuados y las organizaciones demandan personal que ofrezca cualidades que las máquinas no pueden aportar, como la creatividad, la perseverancia y la resiliencia entre otras.
Cómo se comprueban las soft skills.
Por todo lo anterior para las empresas se ha vuelto un reto detectar las soft skills de sus aspirantes durante el proceso de reclutamiento, pues no es suficiente con que la persona afirme poseerlas en su curriculum vitae o en la entrevista de trabajo. De esta forma se aseguran elegir a la persona no solo más adecuada para el puesto, sino a la más alineada con su política empresarial. Se trata más de conocer el potencial de crecimiento de cada futuro miembro y no tanto sus experiencias anteriores.
Para ello se han creado pruebas específicas, aunque la mayor parte de ellas están basada en la gamificación y en técnicas que complementan las tradicionales dinámicas de grupo. Las competencias se hacen observables a través de los comportamientos, por ello con estos métodos se pretende trasladar a los aspirantes a situaciones que deban resolver. Las habilidades comunicativas, empáticas, de resolución de conflictos, gestión de estrés, competitividad o trabajo en equipo, son las que los entrevistadores pretenden descubrir en cada postulante. A pesar de esto hay que tener en cuenta que no todos los puestos requieren las mismas competencias ni en un mismo nivel. Por ejemplo las competencias requeridas en el sector del comercio pueden ser distintas a las más valoradas en un puesto administrativo.
Cómo desarrollar estas competencias.
Los trabajadores y trabajadoras debemos hacernos conscientes de la necesidad de mejora continua de nuestras actitudes y conocimientos. Siempre podemos mejorar nuestras competencias reconociendo nuestras áreas de mejora primero y después buscando la manera de trabajarlas. Nos pueden servir de inspiración las personas llamadas knowmad que son individuos inquietos y autodidactas que siempre están aprendiendo cosas nuevas.
Conocedora de todo esto la Agencia Municipal de Colocación incorporó en 2017 un programa para el diagnóstico y entrenamiento de las competencias laborales.
El Imfe periódicamente organiza formación para el desarrollo de las competencias más demandadas por las empresas en los que te puedes inscribir.
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Seguimos trabajando para ayudare, nos puedes encontrar en imfe.malaga.eu y en malagaempleo.com
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