Vale, ya tienes la idea.
Te ha entrado los nervios y la ilusión, al 50-50.
Porque te has decidido a emprender.
Y tienes medio esbozado el plan de empresa.
Y todo pinta bien, parece viable...
Pero por algún lado tienes que arrancar.
Y sobre todo, necesitas dinero para empezar con tu proyecto.

Sabes que en nuestra Unidad de Empresas cuentas con nuestra ayuda a través de programas de como Financiare o Tándem, además de toda la línea de servicios y nuestras subvenciones PEFA.
Pero, entre nosotros, si buscas algún consejo extra, escucha:

1. Trabaja una relación de confianza con tus posibles inversores. Invierte en cafés, queda con ellos y explica tu proyecto, tu plan, tus plazos y tus necesidades. Siendo realista y flexible, dispuesto a escuchar y cambiar cualquier aspecto en positivo que mejore tu proyecto. Porque, además del plan de empresa, también invierten en personas.
2. El dinero llama al dinero: nuestras líneas en IMFE pueden ser la primera entrada de financiación en tu negocio. Esto dará un plus de confianza cuando vayas a cualquier entidad financiera buscando mayor financiación.
3. Piensa en tu proyecto de forma escalonada, y solicita los fondos que necesitas para acometer el plan más inmediato que tengas. No hagas como el cuento de la lechera, no lo necesitas todo de golpe, analiza tus prioridades cuando busques esa línea de financiación.
4. Trabaja tu elevator pitch financiero. Al grano. Tienes que saber explicar a cualquier inversor tu idea y tu propuesta con toda claridad. El importe que necesitas, para qué lo necesitas (inversión, tesorería, compras...) y garantizar la asunción de las condiciones.
5. Además de esas tres F de financiación, ya sabes, Family, Fools and Friends, empieza por la T de tú mismo: con qué cuentas para empezar, cuáles son tus posibilidades.